La importancia de un entorno apropiado

La mayoría de los niños se recuperan con estabilidad, constancia, cariño y apoyo de cuidadores con conocimientos sobre la atención basada en el trauma.

Esto significa que el niño no cambia de colocación y el cuidador:

  • Es paciente, comprensivo, amable, cariñoso y tierno.
  • Da instrucciones claras sobre las expectativas y las reglas de la casa.
  • Fija consecuencias uniformes para cuando se rompen las reglas.
  • Enseña al niño habilidades de afrontamiento y cómo controlar su conducta y emociones de acuerdo con su edad.
  • Elogia al niño cuando se porta bien.

Es posible que los niños se porten mal mientras se adaptan a un nuevo hogar y aprenden nuevas reglas. Los cuidadores deben saber que adaptarse toma tiempo y deben brindar el apoyo y aceptación adecuados. Si reciben atención basada en el trauma segura, positiva, cariñosa y constante, la mayoría de los niños aprenden a confiar, sentirse seguros y a controlar sus emociones y comportamiento de una manera apropiada para su edad.

Familia, madre y niño sentados y sonrientes