¿Sabía que los jóvenes en acogida temporal tienen peores resultados educativos, económicos y conductuales que la población general? La normalidad ayuda a los jóvenes experimentar un rango de experiencias normales de la infancia. Se convierten en personas que toman mejores decisiones cuando los adultos comprensivos les permiten aprender de sus experiencias y errores. Esto también puede mantenerlos conectados con adultos que los apoyarán.
Tener una vida más normal en la acogida temporal puede preparar mejor a los jóvenes para la adultez cuando dejen la acogida. Para muchos niños y jóvenes en acogida, la normalidad significa participar en actividades extracurriculares e involucrarse en actividades diarias que sean de su interés. Estas actividades les dan a los jóvenes la oportunidad de tomar responsabilidad y mejores decisiones. También les ayuda a:
- Aprender a trabajar en equipo.
- Construir confianza en sí mismos.
- Conocer nuevas personas.
- Construir relaciones con pares y adultos.
- Explorar nuevos intereses.